Y veamos, la carrera de
magisterio, el que la sigue, realmente es por vocación; raro es aquel que
aparece y la sigue porque “no hay matemáticas”, pero de todo hay en la viña del
señor. Es una profesión demasiada, exageradamente mal pagada. Tanto en las
instituciones públicas como algunas privadas por ahí.
El pensum podrá estar completo,
pero la calidad educativa en lo que respecta a los conocimientos de los
docentes deja mucho que desear, por lo tanto; los futuros profesionales se van
formando con esos “conocimientos” recibidos.
Evaluaciones que se realizaron el
año anterior tanto a alumnos como a maestros, en donde el área de lenguaje y
matemática las reprobaron contundentemente.
Entonces, he ahí el círculo
vicioso, si el maestro está “incompleto” en conocimientos entonces ¿qué o cómo está
enseñando a los alumnos?; y también qué motivador tienen los maestros o futuros
maestros de seguir esta importante profesión, si igual no son bien remunerados?
Lamentablemente, la corrupción
tiene su nariz metida en esto, ya que es triste ver que los recursos del país,
no se designan a cubrir las necesidades de Seguridad, Salud, Educación y otros
más que nos tienen de rodillas.
Bien podrían invertir en mejores
instalaciones, mejor pago a los maestros, en cursos de actualización a los
docentes, en evaluaciones de desempeño semestrales y por qué no; también en
monitorear a los colegios privados en términos de la calidad de docentes, pago
al personal, cantidad de niños en las clases.
Nuestras generaciones agradecerán
el tener una buena educación ya que harán grande al país.