Cada cuatro años se celebra un evento que genera un movimiento de masas
sin precedentes, el mundial de fútbol. En donde en la sede que sea elegida, en
esta oportunidad el bello país sudamericano Brasil, se congregan los mejores seleccionados
del planeta para hacer demostración de su calidad futbolera y el que mejor
plantee su estrategia en el terreno de juego se llevará luego de un mes de
competencia, el preciado trofeo la copa del mundo.
Un torneo en el cual, para clasificar nos hemos quedado con muchas más
penas y decepciones que los sabores gratos que se viven durante la ronda de
clasificación. En donde nuestra selección nacional viene decayendo y los que
antes eran los pequeños de la región ya se han superado y en la actualidad nos
complican los juegos, prácticamente vamos de mal en peor. Con jugadores que se
dicen profesionales, pero que en su actuar o disciplina deportiva los deja por
debajo de un jugador amateur. Jugadores que en la liga local son gallos de
pelea, pero al ponerse la azul y blanco y jugar contra equipos de mayor
calibre, les tiemblan las piernas o no se preparan como corresponde.
Falta disciplina y cortar privilegios y no digamos un proceso que no
solo considere equipos de la primera división, sino que pueda ser abierto a que
jugadores que no han tenido oportunidad de llegar a la mayor.
Pero esto ya será una tarea a conciencia que deben realizar los
federativos y que también el aficionado exija y que no se le endiose a un
jugador. Y el jugador, que realmente sea profesional y disciplinado, que dé el
ejemplo a los demás y que no sea partícipe y denuncie de los actos de
indisciplina que realizan cuando salen a otros países.
Mientras tanto disfrutemos el mundial, todo con medida, sin fanatismos.
Que nos una en familia y amistades.
Esto también que no nos quite la vista ni nos desenfoque de nuestra
labor como guatemaltecos para hacer un mejor país, que el mundial no vaya a ser
cortina de humo para que se aprovechen del hipnotismo que puede provocar este
evento y que nos metan gol con leyes, impuestos y otras situaciones que podrían
darse por la emoción del momento.
Y bueno, que el equipo de su predilección levante la copa y disfrutemos,
alegres y respetando a los demás.
fOTOGRAFÍAS
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