Noche larga, no podía dormir; José daba vueltas en su cama aún húmeda por la pasada lluvia que inundó su improvisada covacha en un asentamiento. En su mente pasaban tristes recuerdos, desde el día que la violencia le arrebató a su padre; quien todos los días salía a las cuatro de la mañana para vender pan, y donde los mareros le cobraron el “impuesto” respectivo, pero al no contar con dinero para brindarles lo asesinaron de un disparo.
La apesarada madre, Lucía; con la finalidad de
alimentar el hogar y pagar el espacio que le alquiló una persona que se dedica
a invadir terrenos para luego ponerlos en alquiler; consiguió dos trabajos que
le daban lo suficiente para pagar alquiler y comprar algo de comida.
José no dejaba de pensar respecto a qué haría,
ya que los mareros los tenían amenazados, de no denunciaran a los actores del
asesinato de su padre, porque si no a ellos también los mataban, los empezaron
a extorsionar; Lucía hacía lo imposible para conseguir dinero, las autoridades
al ser un área peligrosa dispusieron dejar por un lado la investigación.
Fotografía: www.bbc.co.uk |
Todas las noches José contemplaba como su madre
derramaba lágrimas de impotencia, sin esposo y sin opciones de trabajo, en una
vivienda improvisada y con José de apenas quince años de edad, un hijo al cual
Lucía le quería dar todo lo mejor, pero la situación que estaban pasando no lo
permitía.
Se acercaba la hora de levantarse, solo
recuerda haberle dicho a su mamá; “vete con la tía yo estaré bien”.
Fotografía: www.ajuaa.com |
José aún meditaba si confiar o no en “El Topo”,
un recomendado de un vecino que podía llevar a su hijo a una vida mejor, donde
podría trabajar y enviar dinero a Lucía. “El Topo” era un coyote, se llevaría a
José a Estados Unidos a una empresa que maquilaba embutidos.
José se fue, dejó una carta a su madre donde le
decía que la extrañaría, que la quería mucho, pero que tendría éxito. Desde ese
día no se supo nada más de José, “El Topo” se perdió; solo recibió sus 25,000
quetzales por el “favor” de llevarlo y se desapareció.
Fotografía: www.elcomercio.pe |
Cuatro semanas después en un furgón abandonado
en el desierto, los cuerpos sin vida de 10 jovencitos, unos golpeados, las
mujeres violadas pero todos sin vida, entre ellos el cuerpo de José.
El gobierno debe garantizar calidad de vida
para evitar fugas forzadas del país al estar en un ambiente de incertidumbre
para sus vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario