Tercera semana de octubre, doña Hildita ya está
encaminada hacia el comercio para conseguir la mejor variedad de envasados en
conserva y enlatados; elotitos, palmitos, hongos, aceitunas y alcaparras. Luego
en la última semana de octubre, obligatoria visita al mercado para conseguir en
tiempo la verdura; desde la remolacha, ejote, coliflor, zanahoria, habas,
repollo, tomillo, laurel, pacayas, alverja; y los embutidos; butifarra, chorizo
negro, salchicha, salami, jamones variados, lengua, cecina, entre otros.
Luego de que doña Hildita, compradora
prevenida, para evitar estar corriendo los últimos días antes del uno de
noviembre; ya cuenta con todos los ingredientes para iniciar el ritual de la
preparación y mezcla de los mismos para tener listo el uno de noviembre el
tradicional y exquisito fiambre.
Un platillo en el que, durante su elaboración, participa toda la familia; picando verdura, rodajando los embutidos, rayando el jamón y el queso; haciendo competencia en ver quién abre más rápido las latas de conservas; en fin una convivencia familiar que durante los días antes del uno de noviembre se disfruta con las ocurrencias de cada integrante de la familia; donde las penas quedan en el olvido y todo es unión, felicidad y convivencia familiar.
La hija de doña Hildita, la chatía; se
encargaba de asegurarse de que cada familiar, tío, primo, sobrino, ahijado,
entre otros participantes; se reunieran en su hogar para celebrar esta fecha en
que honraban a los difuntos y a todos los santos.
Siendo esta una celebración que une a la
familia, parientes que se han dejado de ver hace mucho tiempo, amistades y en
donde rememoran a los que ya no están con nosotros físicamente; por qué no ser
ese nuestro día de acción de gracias; de dar Gracias a Dios por los que estamos
y por lo que tenemos, por los que tenemos la dicha de compartir con los seres
queridos.
No importa que el platillo de Fiambre lleve los
ingredientes más exóticos o exclusivos, lo importante es estar unidos ante
situaciones adversas, ante la incertidumbre del futuro del país o ante la
inseguridad si volveremos a estar con nuestros seres queridos; la relevancia es
que estamos juntos.
Es interesante verlo desde ese punto de vista, ya que, debido a los afanes de cada día, solamente vemos el principio de este noveno mes, como un día para "no ir a la cantera a pucar piedra".
ResponderEliminarQue bueno fue haber compartido con mi Colega de Embutidos -mi hermano- en la homería de conseguir los mejores descuentos en un mercado de la Capital.
Te enviaré, Roger, una fotografía vía Twitter.
Muchas gracias Jaime, es importante no olvidar estas celebraciones con un enfoque de unión familiar. Los pocos momentos en donde podemos compartir como se debe debido al día a día que nos consume por las actividades laborales. Ví la fotografía de tu plato de fiambre, me ha despertado el apetito nuevamente. Muchas gracias por la lectura y tus comentarios. Un abrazo, saludos.
ResponderEliminarTe felicito Roger por fomentar esas reuniones familiares que potencian nuestra cultura, próceres y recuerdos.
ResponderEliminarDesde España
Abrazos
Jcruz.blog
Muchas gracias por la lectura. En efecto la idea es la de potenciar nuestras tradiciones para fomentar la unión familiar.
EliminarUn abrazo y nuevamente gracias.
Así es nuestro Día de gracias. Gracias a ti por deleitarnos con tus letras. Relajadas y evocando algo tan maravilloso como es la convivencia en familia.
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