La gente espera ver a su preferido lucirse, y a su rival verlo destruido o
mal parado. Pero lo que es inaceptable es que estos candidatos dejen burlado a
un pueblo y lo insulten al no hacerse acto de presencia, en un foro en donde
pueden plantear abiertamente sus planes o propuestas de solución a los males
que nos aquejan.
La población ya no espera ser ganada por una cancionista o por dramas
televisivos, debe ganarse con el respeto que se merece, con partidos íntegros,
con personas honorables que sean capaces de guiar a un rumbo correcto los
destinos de Guatemala.
Estamos a tiempo de elegir a personas capaces, honestas, que no tengan
personajes de dudosa procedencia en sus filas y que respetan las leyes.
Adelante guatemaltecos de bien. Saldremos adelante juntos, llevando en alto
a nuestra bella nación Guatemala.