Hola, gracias por su visita al blog nuevamente; para este sábado 30 de noviembre, este artículo está para ser publicado en Siglo 21. Con el tema a tratar, podría escribir hojas y hojas, libros y libros; pero para el espacio en el diario, tengo que acoplarlo a 2,300 caracteres. Por lo tanto, con el presente escrito, la idea es poder dar un mensaje, moraleja, reflexión, etc. al final del mismo.
En un principio, lo iba a titular "mujercidio", con fines de llamar la atención del lector; pero este título suena como a tono de broma o burlón, lo cual, para lo serio y delicado del tema no era el encabezado correcto; decidí pues colocarle un título que amerita y el cual se apega a la necesidad y al clamor actual de respetar al género femenino: LA MUJER.
Es por ello que A LA MUJER CON RESPETO.
Y mujeres, cualquier intimidación, agresión y/o cualquier acto que vaya contra la integridad física y mental de ustedes.... DENUNCIEN.
Al final, sus comentarios en el blog serán bienvenidos y también pueden seguir mi cuenta en Twitter @rhcastaneda
“Oh,
bella mujer; musa de nuestros sueños, luz de nuestra vida, nube de nuestro
cielo, princesa del castillo de nuestro corazón, dulce rosa del jardín de nuestro
ser, faro que ilumina el oscuro túnel de nuestra alma”; dentro
de otras frases que se otorgan a las damas que normalmente inspiran a cualquier
mortal para soñar y dedicarles mil sueños e ilusiones.
Damas, que encontramos con diferente título
como el de madre, esposa, hija, tía, abuela, prima, sobrina, amiga, compañera,
cuñada, suegra, consuegra, etc. Sin importar el título, cada una merece
dulzura, cariño, empatía, colaboración y sobre todo, mucho, pero mucho respeto.
Y con algunos hombres, la fuente de inspiración
donde quedó, en dónde se perdió? Donde
quedó el encanto? Será por el machismo? Por haber logrado el “trofeo” de
conquistarla y así presumir?
Como dijo mi abuelita: “Solo se comieron el
dulce y se dedicaron a patear el papel”. Tantas proezas en largo tiempo para
conquistar al ser amado, para luego humillarle, agredirle e incluso llegar a la
locura de matarla por un ataque de ira?
No, estimados colegas de género masculino. Muchos hombres decimos que las mujeres son
difíciles de entender, pero estoy seguro que ellas igual que nosotros y nos han
de tratar de descifrar cómo somos en algunos aspectos, y aún así nos toleran
con mayor facilidad; ambos bandos tenemos diferencias, virtudes y
oportunidades. La comprensión y el respeto es vital, no hay necesidad de
violencia, hay necesidad de diálogo.
Algunos lo han denominado como sexo débil, pero
me quedan dudas, principalmente cuando demuestran mucha fortaleza cuando un
hijo está enfermo, cuando sacrifica su pan para darlo al fruto de sus entrañas
o cuando estando enferma en lo último que piensa es estar tirada en la cama y
prefiere ir a laborar para ganar sus centavos o cuando se faja más de doce
horas al día para llevar el sustento al hogar.
Para mí eso no es debilidad.
El respeto mutuo es necesario, pero lo que es
imperativo: “No atreverse a tocar a una mujer, ni con el pétalo de una rosa”;
también es un ser humano, nuestro complemento en la vida y es por ello que hay
que dar un rotundo no a la violencia contra la mujer, NO al femicidio, si al
respeto mutuo.
Eduquemos a nuestros hijos en valorar y
respetar a la mujer; recuerden que nuestra madre es también mujer.
Roger Castañeda Campollo