FANTASÍA SIN FIN

Guatemala, país de cultura, historias, cuentos y leyendas. Nación fuerte, con deseos de salir adelante, país que contra toda adversidad se levanta, se repone y sigue su lucha para poder hacer que cada día pueda ser mejor al anterior.

Lamentablemente, los guías de la patria, los que toman las riendas para guiar al país son egoístas y velan solo por sus intereses y no por los del país. En donde viven en una tierra de fantasía, en donde la población es engañada; espejitos a cambio de oro dirían por ahí.

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“Ahora con la seguridad, ya puedo poner mi negocio” dice un anuncio en la radio, mientras tanto en las noticias, se lee sobre extorsiones hacia los que se ganan la vida decente y honradamente; atentan con granadas hacia los que desarrollan su labor diaria para llevar el sustento diario a sus familias, siguen quedando niños huérfanos por la incontrolable violencia.

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El ansia de poder hace que las leyes parezcan solamente unos párrafos que sugieren que hacer; porque la realidad todo lo pueden cambiar, todo lo pueden manipular; las leyes electorales un ejemplo actual, en donde al fin empezaban a “medio-sancionar” a los partidos políticos y ya se ven las jugadas legales para que puedan seguir en campaña fuera de sus partidos políticos.

Fotografía www.ferwyss.blogspot.com

Continúan los paros, afectando la locomoción de miles de guatemaltecos que buscan ganarse el pan de cada día. La famosa ley de los motoristas, la cual no se ve que tenga los efectos que la población esperaba, continúan los asaltos de motociclistas en zonas donde las autoridades ya tienen conocimiento pero no se hace nada para erradicar este otro cáncer.

En fin, como ciudadanos luchamos por ser cada día mejor, por hacer de Guatemala un gran país, pero lamentablemente tenemos que lidiar con personajes que día a día dan espejitos a la población para obtener el oro tan ansiado para ellos.

Un país de las fantasías, de cuentos políticos de historias aterradoras en el seno de las familias guatemaltecas a causa de la violencia.

Pero un país con guatemaltecos que podemos cambiarlo, pero dependerá realmente que busquemos ese cambio en los procesos electorales y elegir a conciencia a nuestras autoridades.

El cambio de Guatemala está en nuestras manos, pero este cambio será actuando y no dejándonos llevar puras ovejas a las fauces de los lobos.

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