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viernes, 13 de diciembre de 2013

LLEGO FIN DE AÑO

Pasó el fiambre, se dejó venir la “quema del diablo” (tradición casi dejada al olvido), donde en mis tiempos de infancia recuerdo las barranqueadas para ir a recolectar chirivisco con los amigos de la cuadra y luego prepararnos para quemar los “cuetes” de las seis de la tarde y echarle fuego a todo el monte recolectado, todo esto en compañía e ilusión de la familia esperando la hora. Pero que últimamente por el ritmo de vida, más comercial y laboral, ahora son pocas las familias que se reúnen aunque sea para disfrutar un plato de buñuelos o un sabroso tamal con ponche. 

Posterior a la "quema", esta celebración prácticamente es el preámbulo para lo que se deja venir, la Navidad y el Año Nuevo; en donde aún se dejan ver en algunos lugares las tradicionales posadas; en donde las imágenes de María y José; cargadas en pequeñas andas, son acompañadas bajo el ritmo del “tucu-tí-cutu” de los caparazones de tortugas y el sonar de los “chinchines”, así como los cánticos de la temporada; van recorriendo calles y avenidas de barrios o residenciales; en la actualidad en varios lugares hasta en carro las llevan con el sonar de las bocinas de los vehículos.

Ahora a espera de la Nochebuena, Navidad y Año Nuevo; reunión en familia y amigos, del abrazo, de los sueños, de la esperanza de un mejor porvenir para el 2014.

Si bien es cierto, que el día a día para cada quién es diferente y en donde las actividades absorbentes y que pueden llegar a agobiar a mas de alguno; una cosa es cierta, los seres queridos son lo más importante,  el compartir con ellos y brindarles afecto.

Es el descubrir que las preocupaciones y afanes del día a día son pasajeros y son pruebas que tenemos y que vamos a superar, muchas difíciles, otras más accesibles. Pero son situaciones que no nos deben inquietar ni alejar de los nuestros, sino al contrario, tomarnos el tiempo de dar gracias a Nuestro Creador y acercarnos más a nuestras familias, amigos y seres queridos.

Vivamos estas fiestas en unión familiar y fraternal, sin olvidarnos que también hay hermanos guatemaltecos que se encuentran en necesidad y con los que hay que compartir y por los que hay que orar.

Seamos optimistas, el año venidero dependerá de cada uno de nosotros en tener una Guatemala mejor, que nuestro creador bendiga a todos los guatemaltecos.

Feliz Navidad y Próspero Año 2014

Roger Castañeda Campollo
@rhcastaneda

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