Hoy nos olvidaremos de los que usan el ingenio en forma destructiva, mareros, diputados, presidente, corruptos, violadores, secuestradores y otros por ahí que también son peligrosos, no digo que no sea preocupante el tema de los seres anteriores; pero, si todos los buenos chapines ponemos nuestra chispa característica, seguramente le podremos dar un giro tremendo para bien, a nuestra bella Guatemala.
Por cualquier carretera del interior del país, de aquellas que son lejos, en un día soleado; en donde al lado de la misma solo se encuentran terrenos, fincas de ganado, bosques o montañas; en donde uno a simple vista podría decir que no hay civilización a la vista. De repente un árbol caído a media carretera, y el tráfico se detiene, se hacen largas filas, ya que hay que esperar a que llegue la grúa, la muni local y todo el séquito de autoridades que se necesitan para poder limpiar la escena.
En menos de veinte segundos, aparece el enjambre de chapines chispudos ofreciendo bolsas de papalinas, mangos con pepita, melones, gaseosas y más viandas. De donde salieron? A saber, pero ahí están utilizando su chispa para subsistir y mejorar sus ingresos. Y eso no es nada, aún en la fila de automóviles que se ha generado, se deja venir un chaparrón de aquellos que ni ganas de salir del carro dan, y de nueva cuenta, aparecen los chapines chispudos ofreciendo los famosos “nailons hay nailons”, de dónde los sacaron? Ingenio, proactividad, chispa.
Es un ejemplo de muchos más, pero que nos dejan la moraleja que aún hay esperanza ante la adversidad, en donde de un imprevisto podemos ingeniar algo para salir adelante y que, durante ese trayecto se nos puede venir otro cambio y convivir con él y volver a idear otra cosa para solventarlo.
Somos Guatemaltecos, somos chapines, saquemos lo mejor que hay en nosotros y así llevar correctamente los rumbos de nuestro país.
El chapín siempre con iniciativa, excelente narración.
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