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miércoles, 16 de abril de 2014

HERMANDADES PROCESIONALES

deguate.com
Hace unas semanas el Vaticano ha solicitado la auditoría de las Hermandades Procesionales en Guatemala; bueno, a ver si se llega a lograr tal cometido, el cual en beneficio de las tradiciones y la fe de los Guatemaltecos; esto debe ser transparente.
 
Este relato, precisamente habla de este tema; lo escribí y publiqué en mi libro "LA SOMBRA, Incultura Detrás De La Cultura", en donde de tres personas que actualmente están involucradas en este gremio pues compartieron sus vivencias para poder plasmar en esta historia.
 
Adelante y saquen sus conclusiones.
 
 
Prensa Libre
Nuestro país, gente que... gracias a Dios, vive con mucha fe, pero con pocas ganas de gozara al máximo. Cada año, durante la Semana Santa, se puede apreciar la fiel devoción de todo el pueblo: unos en búsqueda de los cortejos procesionales y otros haciendo penitencia vistiendo sus trajes de penitentes (cucuruchos); esperando un largo recorrido para poder tener la oportunidad de cumplir con su turno y así llevar en hombros en un recorrido de una cuadra, la imagen del Cristo de su devoción.
 
Estos honorables y fieles cucuruchos, año con año hacen interminables filas para poder adquirir un turno, habiendo algunos que llegan a dormir sobre la acera la noche antes de iniciar la venta; esto para poder ser los primeros en adquirir este turno.
 
Vaya penitencia. Recibiendo el sereno de la noche, compartiendo con otros que llevan sus botellas de ron para echarse los "traguitos" y mitigar el frío de la madrugada, rodeado de alguno que otro cafre que llega a presumir de sus conquistar y seducciones, expresándose del prójimo de hijo de tantas para arriba.
 
"Qué lujo de penitentes"-exclamaba un vecino.
 
Los que ya tienen más de un año de participar en estos cortejos, la tienen más fácil, ya que solamente tienen que presentar su carné de "hermano" y con eso de la tecnología, solamente ingresan el código del cucurucho a una computadora y salen todos los datos, incluso ya en un par de hermandades ya cuentan con pago por banco o por internet para poder facilitarle la vida a algunos.
 
"Y ahora, los nuevos aspirantes; Uta... les solicitan una cantidad de requisitos, que ya parece el trámite de una institución pública la babosada"- decía la mamá de MI CUATE.
 
Prensa Libre
Mientras los "hermanos" se encuentran en espera de llegar a la puerta de ingreso de las oficinas parroquiales. Aparecen ciertos individuos con impecable presentación, traje oscuro con corbata, insignias que los identifican como personas de "alto nivel" jerárquico dentro de la Asociación de Hermanos y Devotos Cargadores o Hermandades; y con gran pompa y protocolo aparecen los miembros de la hermandad. Luego de tomar posiciones, inician la revisión del orden de las filas, tal cual cuartel militar.
 
"¡Vos... metete a la fila!" - se dirigen con prepotencia hacia un pobre cristiano que se encontraba sentado sobre la acera.
 
Otra persona que se encontraba dentro de la fila pregunta: "Disculpe, ¿Podría indicarme si este código es el código que me identifica como cargador?"
 
"Dejame ver" - le responde el "espiritual" directivo- "No vos, no te toca hoy, hasta el otro domingo. Y su insistís en querer sacar tu turno hoy, entonces te vamos a expulsar de la hermandad."
 
"¡Pero!... si solo estoy preguntando" - Insiste el cristiano.
 
"Nada, nada; hasta la otra semana y si tenes suerte encontrarás turnos." -finalizó el directivo.
 
Luego de todo esto, MI CUATE, quien era integrante de una de estas asociaciones o hermandades, y posterior a todo este engorroso proceso de inscripción, comentó en una reunión, luego de echarse un par de tragos bien puestos entre pecho y espalda; que todos los que lograron ser los "afortunados" en obtener su respectivo turno para portar en hombros a la consagrada imagen en el trayecto de una cuadra; ahora no saben que su admirable sacrificio e incondicional penitencia, ha servido de beneficio de tres causas:
 
  1. Colaborar con la decoración de las impresionantes andas, músicos y organización.
  2. Colaborar con obras de la parroquia.
  3. Celebración post-procesional de los miembros del círculo superior de la Hermandad. Y esta siendo el mayor porcentaje del ingreso económico por la compra de turnos. Celebración que podría incluir otros "lujitos" extras que los fervientes y devotos cargadores ignoran y desconocen.
¿Quién audita estos movimientos de dinero? ¿Quién rinde cuentas a los feligreses del uso de ese dinero, que seguramente muchas personas lo consiguen con mucho sacrificio?
 
Lo interesante del caso, tal y como lo narraba MI CUATE, ¿a dónde va a parar el dinero que pagan los cucuruchos por los cien turnos del recorrido? Turnos en los que participan cerca de ciento veinte cargadores y que por cada turno en promedio se pagan treinta quetzales (aprox. US$4.00).
 
"Ya la cosa de volvió negocio y no instituir la fe en las personas"- decía MI CUATE
 
Así como MI CUATE, hay muchas personas que se lo preguntan, pero mejor se la guardan ya que la fe es lo primero. Pero eso no quita lo muy bueno de la pregunta.
 
MI CUATE, ya algo alebrestado por el calor de los tragos continúa:
 
"Bueno muchá, traigan la calcu (calculadora), un lápiz y un papel y hagan el cálculo":
 
"Si nos vamos a una de las procesiones mas grandes de la ciudad capital, en la cual en todo su recorrido se tiene aproximadamente cien (100) turnos ordinarios y en cada turno se necesitan ciento veinte (120) cargadores para poder soportar el peso de las andas y de las imágenes; entonces estamos de 100 x 120 = 12,000 turnos o personas que pagaran por cada turno ordinario un valor aproximado de treinta quetzales. Esto nos da que son ¡Trescientos sesenta mil quetzales exactos! Todo este pisto en turnos ordinarios."
 
(Turno ordinario es aquel en donde al cargador le puede tocar cualquier calle de la ciudad capital, que no sea de relevancia; las que son de relevancia y son llamados extraordinarios o comisiones de honor, son aquellas que se asignan a la salida, atrio de la iglesia, Catedral Metropolitana, Palacio Nacional, Portal)
 
"Y falta agregar lo que se recauda de las comisiones de honor; turnos especiales que tienen la característica de ser cargados por:
 
  1. Personas que tienen dinero suficiente para invertir de doscientos quetzales para arriba.
  2. Personas que compran su turno con la siguiente idea: "Para que la gente me vea que estoy cargando un turno de honor"
  3. Y también, turnos que la hermandad otorga a aquellas personas que entregan "generosas" ofrendas para los gastos de la hermandad en la elaboración de los adornos, andas, etc.
"El asunto está en que, en promedio, por uno de estos turnos de "dignificación social" se paga un promedio de CUATROCIENTOS QUETZALES !!!" (aprox. US$50.00)
 
"Y por una pinche cuadra"- continuaba MI CUATE.
 
"Y acá no se acaba el número muchá; aproximadamente, dependiendo de la iglesia y la procesión, se pueden apreciar cerca de nueve comisiones de salida y nueve comisiones antes de la entrada. Esto significa que en esta "hermandad" en que el anda procesional tiene ciento veinte brazos..."
 
"Entonces... 120 brazos por 18 turnos de Comisión de Honor, esto da un total de dos mil ciento sesenta cargadores o cucuruchos. Ahora esto por la ofrenda promedio que invierte cada uno de ellos de cuatrocientos quetzales.... nos deja OCHOCIENTOS SESENTA Y CUATRO MIL QUETZALES. (Q864,000.00) Y si a esto le sumamos lo que nos dio de los turnos ordinarios, nos tira de resultado un jugoso monto de:
 
UN MILLON DOSCIENTOS VEINTE Y CUATRO MIL QUETZALES (Q1,224,000.00)
 
"En todo este tiempo que he estado dentro de la hermandad, hasta la fecha, me pregunto: ¿A dónde o en qué se invierte este ingreso económico?"
 
Esto sin contar con las ofrendas extraordinarias que dan algunas organizaciones, empresas o personas particulares a estas hermandades.
 
**************
 
Luego de un par de semanas en que MI CUATE logró superar la crisis existencial, y luego de haber contado las intimidades de estas agrupaciones, MI CUATE fue llamado a una entrevista de trabajo para aplicar a una plaza a la cual estaba aplicando.
 
El entrevistador, al ver que MI CUATE hacía mención en su currículo respecto a su participación en esta hermandad en la que sirvió cerca de veinte años le preguntó: "Así que usted perteneció a esta asociación de cargadores, ¿Por qué se salió? ya que me imagino que esto ha de ser muy interesante y le ha de satisfacer espiritualmente"
 
MI CUATE le responde: "Yo participé en esta Asociación de Devotos Cargadores durante veinte años, actualmente sigo cargando, pero ya no con el mismo fervor de cuando inicié. Los últimos seis años fui miembro activo de la Junta Directiva y me quedé atónito con lo que viví y descubrí en cada Semana Santa de esos años. Al principio todo era ilusión. Pero en los últimos años me desmotivó que no todo era fraternidad, igualdad o amistad con ellos. Era una lucha de poderes, corrupción y preferencias. Ya que los puestos altos de la Junta Directiva, están conformados por familiares o allegados, y aún así dentro de la directiva hay círculos en el cual no cualquier pelado puede entrar y en donde poco a poco hay que ganarse la confianza y hacer los méritos necesarios para poder tener acceso a sus más íntimos "secretos"; algo así como la masonería, en donde hay que ir subiendo para ir descubriendo la verdad verdadera."
 
"En estos años fui víctima de la discriminación, clasismo y casi que parecer sirviente de estas personas con tal de poder estar en las altas esferas de la hermandad. Pero lo mas triste y decepcionante es la forma en que se expresaban de los fieles cargadores que se acercaban a cargar con fe verdadera a esta hermandad. Expresiones despectivas y más los días de la compra de turnos en donde se burlaban diciendo: ¡Miren a esos atarantados haciendo la fila desde tempranito!"
 
"Y eso fue lo que sucedió y me motivó a retirarme"- Finalizó MI CUATE
 
 
 
 
 

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