Don Luis, doctor distinguido, de aquellos que aún
respetan el juramento hipocrático al cien por cien; honesto y consciente de las
condiciones económicas de sus clientes, desempeñando su labor profesional y con
dedicación, su propósito, ayudar a los demás.
Saliendo de su clínica luego de una ardua
jornada; atraviesa la calle para dirigirse al estacionamiento en donde tiene su
vehículo, pero en el camino se le abalanzan dos sujetos con la finalidad de
robarle sus pertenencias; el doctor, a como puede, evita los cuchillazos que le
querían infringir para poder robarle su maletín que en un movimiento en defensa
personal, logra tomar el cuello del delincuente, y lo tuerce bruscamente, lo
cual le provoca la muerte al delincuente.
Llega la policía lo detiene, aparecen los
derechos humanos y dicen que se violentaron los derechos del delincuente y el
doctor, a la cárcel; a pasar un tiempo encerrado porque cometió delito de
asesinato.
“El Pecas”, joven de dudosa procedencia, el
cual en un operativo en un burdel de mala muerte lo detienen por estar
asaltando a un cliente en las afueras del local. Lo detienen, lo llevan a los
tribunales y “descubren” que “El Pecas” ya cuenta por más de diez ingresos por
múltiples delitos, incluso dos secuestros y un asesinato.
Esa noche comparten la celda “El Pecas” y el
doctor; el doctor frustrado por su infortunio, por defenderse deciden dejarlo
una semana encerrado mientras recopilan las pruebas; mientras “El Pecas” al día
siguiente queda libre por “falta de pruebas”.
Un escenario apegado a casos que se han visto
en el país; que dejan dudas respecto a la labor de las autoridades y a los
famosos señores de los Derechos Humanos que da la impresión que se preocupan
más por los “derechos” de los delincuentes que por los DERECHOS reales del
ciudadano que se gana su pan digna y honradamente.
La justicia debe aplicarse como corresponde, si
bien es cierto que hay procesos legales que seguir; no puede ser que un
individuo con más de dos ingresos por delitos graves quede libre al día
siguiente; mientras que un ciudadano honrado que por azares del destino, como
el caso de “el doctor”, ingrese y sufra un calvario para poder demostrar su
inocencia.
Transparencia, honestidad y comportamiento
justo se espera para que el ciudadano pueda llegar a confiar en el sistema de
justicia de Guatemala.
@rhcastaneda
www.rhcastaneda.com
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